El gato Depredador

Artículo: "La Pesadilla del Gato Depredador: Un Encuentro en el Patio"
Por Twurky, el Gato Blanco de Ojos Azules con Orejas Amarillas Tostadas
Hay noches en las que incluso los gatos más tranquilos no encuentran paz en sus sueños. Sí, incluso yo, Twurky, he tenido pesadillas que harían temblar hasta al felino más valiente. En una de esas noches inquietas, me encontré en mi patio, un lugar que conozco como la palma de mi pata, enfrentándome a un enemigo como ningún otro: un gato Depredador, salido directamente de las peores pesadillas felinas.
El patio, usualmente un refugio de paz y tranquilidad, se transformó en un lugar sombrío. Las sombras se alargaban de forma antinatural, y la brisa que normalmente me acaricia el pelaje se convirtió en un susurro inquietante. Y entonces lo vi: un gato, no, un monstruo con forma de gato, acechando en la oscuridad. Su pelaje era tan oscuro que parecía absorber la luz, y sus ojos, de un rojo intenso, brillaban como brasas encendidas.
Este gato Depredador no era como los otros felinos con los que he compartido el vecindario. Tenía un camuflaje que lo hacía casi invisible en la penumbra, como si pudiera desvanecerse en el aire y reaparecer justo detrás de ti. Sus movimientos eran rápidos y calculados, como si estuviera jugando un juego letal en el que yo era la presa.
Al principio, intenté mantener la calma. Después de todo, soy Twurky, un gato con experiencia en manejar situaciones complicadas. Pero este enemigo no era común. Cada vez que intentaba escapar o encontrar un lugar seguro, el Depredador me seguía, acechando cada uno de mis movimientos con una precisión que me dejó helado. No era solo una lucha por el territorio, era una batalla por la supervivencia.
A medida que el Depredador se acercaba, supe que no podría vencerlo con fuerza. Necesitaba usar mi ingenio, mi astucia felina. Recordé que cerca del patio había un charco de agua que reflejaba la luz de la luna. Con un salto rápido, lo llevé hacia allí, usando el reflejo para desorientar al Depredador. Fue solo un segundo, pero suficiente para crear una distracción.
Aproveché el momento y corrí hacia la puerta de la casa, cerrándola de golpe detrás de mí. Desde la seguridad del interior, pude ver cómo el Depredador, confundido, se desvanecía en las sombras, derrotado por mi ingenio, no por la fuerza.
Cuando desperté, la realidad me devolvió la calma. El patio estaba tal como lo dejé, tranquilo y familiar. Y yo, Twurky, me acomodé en mi rincón favorito, agradecido de que todo hubiera sido solo un mal sueño. Pero la lección quedó grabada en mi mente: incluso en los lugares más familiares, los peligros pueden acechar en las sombras. Y a veces, la verdadera valentía no está en enfrentar el miedo de frente, sino en saber cuándo y cómo usar la astucia para salir victorioso.
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Este artículo relata la pesadilla de Twurky, donde enfrenta a un temible gato Depredador en su propio patio, usando su ingenio felino para superar el miedo y salir victorioso.